Hoy os mostramos cómo preparar unas cortezas de queso caseras. Una receta increíblemente fácil, barata y que sólo os llevará un par de minutos. Están elaboradas a partir de la corteza del queso y su sabor y crujiente van a hacer las delicias de los amantes del queso, pero también de los que no son muy fervientes admiradores de este tipo de preparaciones. Además aguantarán varios días preparadas sin perder su sabor y su textura original, si las dejamos en un tarro de cristal bien tapado.
Para prepararlas simplemente, cortaremos la corteza del queso dejando un par de milímetros más para que no nos quede muy fina. Las limpiaremos bien por su parte exterior, las secaremos y las partiremos en trozos de dos centímetros aproximadamente.
Ahora simplemente nos hará falta ponerlas en un plato con la corteza para abajo, separadas un centímetro unas de otras para que no se peguen y, por último, meterlas tal cual en el microondas a máxima potencia, durante aproximadamente un minuto y medio o dos, o hasta que estén doradas y sufladas. Una vez pasado ese tiempo, abriremos la puerta y , si vemos que aún están muy blanquitas, dejaremos 30 segundos más.
Solo nos faltará dejarlas enfriar ligeramente y retirarlas del plato (es mejor despegarlas en caliente con un cuchillo para que no se queden pegadas). Opcionalmente podemos espolvorearlas con un poco de pimentón dulce, alguna hierba seca – tomillo, romero, orégano- o, si nos gustan los sabores diferentes y picantes, por ejemplo con un poco de jengibre en polvo o chiles.
Estas cortezas de queso caseras son un aperitivo genial y una forma perfecta para aprovechar una parte del queso que mucha gente suele despreciar por desconocimiento o simplemente por manías. Pero ya sabéis que nosotros nos hemos comprometido a mostraros recetas elaboradas a partir de la corteza del queso. Recordad nuestra torrija de queso.