Posiblemente el queso rallado es uno de los mayores sacrilegios que se pueden cometer. Muchos maestros queseros se llevan las manos a la cabeza porque de esta forma perdemos toda la textura, mucha mantecosidad y, en cierto modo, «el alma» de sus quesos artesanos.
Pero dado que es algo inevitable, que hay que adaptarse a los tiempos y las recetas y, que no podemos ser unos «talibanes» del queso 😉 , vamos a enseñaros algunos factores a tener en cuenta a la hora de consumirlo, para que el resultado siga siendo placentero a la hora de usar queso rallado.
En primer lugar debemos partir de un queso de buena calidad – si puede ser de leche cruda mejor- y, dependiendo del uso que vayamos a darle, emplearemos diversas curaciones. Si lo que buscamos es un gratinado perfecto y que el sabor esté un poco más presente – por ejemplo para una lasaña, macarrones, etc– podemos usar quesos curados como nuestro Abuelo Calderero. En caso de necesitar un queso que no se lleve consigo todo el protagonismo del plato, pero que sin embargo aporte sabor y textura – por ejemplo para una pizza o un risotto -, debemos rallar uno un poco menos curado como nuestro Queso Hinojosa.
También es muy importante el tipo de rallado y disponer de un buen rallador. Algunos platos necesitan que el queso aparezca fino, para que funda con más facilidad – por ejemplo para gratinar unos canelones, ya que usaremos un queso bastante curado-. Para otros sin embargo – normalmente con quesos semicurados– emplearemos un rallador un poco más grueso, ya que de esta forma obtendremos un resultado final más cremoso.
Pero lo más importante de todo es hacerlo al momento. Los envases que encontramos en los supermercados – aunque algunos puedan partir de un buen queso-, han perdido la mayoría de su sabor e incluso han adquirido otros ajenos que pueden resultarnos desagradables ( humedad, plástico,excesivamente salado, etc).
Al rallar el queso, estamos rompiéndolo en miles de pequeños fragmentos, que a su vez estarán evolucionando – en cierto modo siguen su proceso de curación- de forma independiente y enseguida tomarán sabores y olores de su alrededor. Por eso nuestra recomendación es que con los Quesos Hinojosa, lo hagáis justo en el momento en el que lo vayáis a consumir. Solo tardaréis dos minutos más, pero tendréis la seguridad de que vuestro queso rallado, va a tener todo el aroma e identidad propios del queso crudo de leche de oveja.