En su momento os hablamos sobre cómo preparar una tabla de quesos. Nos centramos principalmente en los ingredientes que podemos utilizar como acompañamientos: mermeladas, miel, frutos secos y frutas frescas siempre serán nuestros grandes aliados. Pero hay más aspectos que debemos tener en cuenta para que el resultado final sea óptimo.
Cómo preparar una tabla de quesos
¿Cómo ordenar una tabla de quesos?
Debemos valorar la potencia de los quesos que vamos a servir y colocarlos siguiendo un orden que podamos explicar a nuestros invitados. Si probasen un queso fuerte al principio, el resto apenas tendrían sabor porque sus papilas gustativas estarían saturadas.
Los quesos se ordenan de menor a mayor intensidad. Y siempre debemos hacerlo en el sentido de las agujas del reloj -platos redondos- y de izquierda a derecha – platos rectangulares-. De esta forma colocaremos los más frescos al principio, seguiremos con los semicurados, los curados , los ahumados y terminaremos por los azules. Aunque ese orden en ocasiones puede variar dependiendo del queso y por ello lo mejor será fiarnos de nuestro criterio.
¿ Cuántas variedades debemos poner en una tabla de quesos?
Es una pregunta que nos hacéis habitualmente y que siempre respondemos de igual forma. Podemos incluir todas las que nos apetezcan, aunque lo ideal es un número que nos permita disfrutarlos sin mezclar demasiado. Una cantidad que varíe entre cuatro y ocho tipos podría ser la ideal.
Podemos incluir de vaca, cabra y oveja o hacer «tablas monográficas». También podemos jugar con las texturas de los quesos: mezclar de pasta blanda y de pasta dura. Y evidentemente también podemos hacerlo con las maduraciones. En nuestro caso os proponemos un juegos: Hacer una «vertical» de Queso Hinojosa. Probad un semicurado, un curado y nuestro queso en aceite y luego nos contáis la experiencia 😉
¿ A qué temperatura debo servir la tabla de quesos?
Uno de los factores más importantes para deleitarse con el queso es el «atemperado» al que debemos someterlo. Jamás prepararemos una tabla con un queso recién sacado del frigorífico. Siempre tienen que estar fuera al menos un par de horas antes. De los 20ºC en adelante sería una temperatura excelente para servir nuestra tabla de quesos.
¿ Cómo debo cortar los quesos?
Para apreciar los diversos matices que podemos encontrar en cada pieza, lo ideal es cortarla de forma que en cada trozo podamos encontrar «un recorrido» por el propio queso. Así pues, cada pedazo que incluyamos deberá contener corteza, parte intermedia y un trozo del centro del queso. Como ya os contamos en nuestro post sobre la corteza del queso, los sabores más intensos los encontraremos a medida que nos acercamos a ella, porque allí los efectos de la maduración son más pronunciados.
De momento os trasladamos estos pequeños trucos sobre cómo preparar una tabla de quesos, pero nos quedan más en la recámara. El próximo día os hablaremos de los vinos ideales para acompañar nuestros Quesos de Hinojosa 🙂