La pizza es una receta que todo el mundo tiende a preparar con quesos sin apenas sabor y que no aportan nada más que textura y una sensación excesivamente grasa. Nosotros te proponemos una Pizza de queso semicurado Hinojosa con la que te chuparás los dedos.

Ingredientes para  dos personas:

Masa de Pizza: 210 gr de harina, 130 gr de agua, 6 gr de sal, 10 gr de levadura de panadero, 1 cucharadita de postre de azúcar, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.

Relleno de la Pizza de Queso Semicurado:  3 cucharadas de salsa de tomate casero, 125 gr de queso semicurado Hinojosa, 1 cebolleta, 6 tiras de bacon, 200 gr de pulpo cocido, un puñado de rúcula.

Preparación:

En primer lugar, comenzamos templando ligeramente el agua y allí añadimos la levadura fresca de panadero. Mientras tanto, mezclamos el resto de ingredientes y  luego le añadimos el agua con la levadura.

Amasamos durante unos 5 minutos ( la pizza no necesita mucho amasado), hasta obtener una masa elástica, firme y lisa.

Dejamos fermentar un par de horas en un recipiente, hasta que al menos doble su volumen.  Lo ideal en este tipo de masas, para obtener un resultado «de pizzería»,  es dejarlas en el frigorífico durante 24h. De esa forma fermentará muy lentamente y los aromas serán mucho más agradables. Además la textura será mucho más crujiente y el interior increíblemente suave.  Además es una forma de tener la masa preparada con antelación. Simplemente la sacaríamos, la estiraríamos, dejaríamos media hora fermentando antes de rellenarla y rápidamente al horno.

Pero con un par de horas de fermentación en el exterior, puede ser suficiente para obtener un resultado muy digno, así que hoy no vamos a complicarnos con un proceso tan lento 😉

Una vez haya fermentado, sacamos la bola a la mesa de trabajo enharinada y le quitamos el aire con las manos suavemente. Estiramos la masa con delicadeza ayudándonos de un rodillo -o de las propias manos- y la ponemos en la bandeja donde vayamos a hornear nuestra pizza de queso semicurado Hinojosa.

Para rellenarla lo básico es una buena salsa de tomate casera. No debemos abusar de ella y además tiene que estar bien reducida – que no sea muy líquida-  porque, de lo contrario, la masa absorbería  el exceso de humedad del tomate y quedaría muy blanda.

En segundo lugar pondremos el queso semicurado rallado. Esta vez bien abundante ya que va a ser el hilo conductor de nuestra pizza y por ello no debemos escatimar. Además a todos nos pasa que los quesos que se usan para la pizza no saben a queso. En este caso con nuestra pizza de queso semicurado, eso no va a suceder, al emplear un queso de leche cruda artesano  ¡Apostamos a caballo ganador!  😉

Por último completamos la pizza con un poco de bacon -o jamón de York- y alguna verdura como cebolletas partidas en cuñas, pimiento, alguna fruta como manzana o incluso rodajas de patata cortadas finas. De esas ingredientes tampoco podemos abusar mucho ya que tienen una importante carga de agua y, al igual que con la salsa de tomate, terminaría humedeciendo mucho la masa. En caso de querer hacer una pizza de queso semicurado y solamente verduras, podemos saltearlas antes, para que pierdan un poco de humedad.

Tampoco debemos volvernos locos añadiendo mil cosas a las pizzas. Es preferible hacerlas con menos ingredientes y que cuando la comamos, notemos los sabores claramente. En este caso, se vuelve a cumplir la premisa de que menos es más y sobre todo al usar un queso de verdad.

Una fase importante es el horneado. Las pizzas deben cocerse a temperatura muy alta.  De esa forma conseguiremos que la masa quede crujiente. Los hornos de las pizzerías alcanzan temperaturas muy altas y por eso el resultado es tan buen. En nuestro caso, debemos precalentar el horno a tope y hornearla entre 230 y 250ºC, hasta que  veamos que la masa está dorada. Por ello la estaremos vigilando a partir de los primeros 5 minutos.

Una vez fuera del horno, incorporamos unas rodajas de pulpo cocido, porque la combinación con el queso y el bacon es fenomenal, ya que necesita un punto graso. Si lo hubiésemos añadido antes de hornear, el pulpo quedaría seco y correoso, por eso este tipo de ingredientes es mejor ponerlos una vez cocida la masa. Además, para refrescar un poco el resultado final, es conveniente incorporar alguna hierba o brote fresco. Rúcula, albahaca, canónigos, maruja, hierbabuena, etc.

Como pequeño truco también podéis sustituir la mitad del agua de la masa por caldo de cocer el pulpo, de abrir mejillones o de pescado. Tendrá un toque de pizza del mar, increíble.

¡ Buen provecho !